Efecto cascada

La Teoría de las Ondas de Elliott depende en gran medida de los números de Fibonacci. Sin éstos, es sencillamente imposible contar las ondas según el principio de Elliott. Hasta el momento, en la Academia de Trading en Forex hemos visto cómo los ratios de Fibonacci se utilizan en todas partes: al dirimir si un patrón es un zigzag o plano, al calcular la onda extendida de un movimiento de impulso, y al buscar los niveles de retroceso en pequeñas y grandes ondas x. ¡Los números de Fibonacci están por todas partes en la Teoría de las Ondas de Elliott! Pero es que los ratios de Fibonacci tienen más usos además de mostrarnos el tipo de patrón que está adoptando el mercado. Se pueden utilizar para determinar el final exacto de un patrón, o el objetivo de una posición específica. Una de estas situaciones es la llamada efecto cascada. A pesar de lo que su nombre sugiere, no solo se refiere a los movimientos a la baja que pueda formar el mercado, sino que también a los alcistas.

Hacer operaciones con el efecto cascada

Antes de entrar en más detalles sobre el efecto cascada, debemos decir que este análisis sólo puede utilizarse con ondas correctivas. Es más, de todas las ondas correctivas de la teoría de Elliott, este efecto se refiere solo a las combinaciones triples. A modo de resumen rápido, una combinación triple está formada por tres correcciones simples conectadas por dos ondas x pequeñas. Esta es la situación exacta a la que se refiere el efecto cascada: la alternancia de las tres ondas correctivas simples. La idea básica consiste en interpretar la posible longitud de la segunda y tercera ondas basándonos en la longitud de la primera. Para ello, debemos utilizar los ratios de Fibonacci. Se puede negociar con el efecto cascada tanto en la dirección de una corrección compleja como tratando de identificar un techo o un suelo que haya formado el mercado. Hay que seguir unos pasos para que todo el proceso resulte lógico.

Uso de la longitud de la primera corrección

Los traders no sabrán cuando se va a formar una corrección compleja. Todo lo que saben en un momento dado es que tras una onda de impulso seguirá una onda correctiva. Si la corrección es simple, deberá confirmarlo el comportamiento futuro del precio. Si dicha confirmación no aparece, la corrección tiene que ser compleja. Esto significa que al menos debería presentarse una onda x, y esto nos dará tiempo suficiente para diseñar un plan de trading para el efecto cascada. Este plan debería comenzar en el momento que se complete la onda x y el mercado supere el final de la primera corrección. En ese momento exacto no sabremos si el mercado va a producir una corrección doble o triple, pero el efecto cascada nos dará una pista acerca de qué esperar. Para resolver este acertijo, debemos hacer lo siguiente:

  • Determinar la longitud de la primera corrección con una herramienta de retroceso Fibonacci para medir un 61,8% de la misma. A estas alturas ya sabemos que una corrección compleja no puede empezar con un triángulo, así que las únicas posibilidades que quedan para la primera corrección es que sea plana o un zigzag. Por lo tanto, debemos arrastrar la herramienta Fibonacci desde el principio del plano o del zigzag hasta el final.
  • El siguiente paso es tomar el 61,8% medido más arriba y colocarlo al final de la primera onda a del plano o zigzag previo, que se gormó como primera parte de la corrección compleja.

Al hacerlo, los traders pueden adivinar con conocimiento de causa dónde se colocará el final de la segunda corrección. Si el mercado, efectivamente, realiza ese movimiento de un 61,8% y reacciona en dicho nivel, significa que le seguirá una corrección triple. Si, al contrario, no hay reacción en ese nivel o ni siquiera se alcanza, significa que con toda probabilidad la corrección compleja es una combinación doble. De este modo, ya habremos establecido la naturaleza del patrón que se va a formar basándonos en la primera condición del llamado efecto cascada.

Uso de la longitud de la segunda corrección

the waterfall effectSi el mercado reacciona en el movimiento del 61,8% como se ha explicado más arriba, deberá abrirse una posición en la dirección opuesta. La idea es negociar sobre el retroceso de la onda z, y sabemos que no es posible que dicho retroceso sea mayor que el 61,8% de la segunda corrección. Un objetivo apropiado debería ser el 38,2% de la segunda corrección, y deberíamos establecer un stop loss en función de un ratio de riesgo/recompensa. Dicho ratio debería ser al menos de 1:2, pero en nuestro caso incluso un 1:1 debería ser suficiente, ya que estamos negociando sobre un pequeño retroceso. Para cuando llegue el retroceso del 38,2 de la segunda corrección, deberíamos abrir una posición en la dirección de la triple combinación general. Se trata básicamente de una posición opuesta: Si la posición previa fue de compra, ésta debería ser de venta. La idea subyacente es negociar sobre la tercera corrección de la triple combinación. Si consulta el artículo que hemos dedicado a las combinaciones triples, descubrirá que estos patrones terminan casi siempre con un triángulo en contracción. Es decir, que ya conocemos de qué tipo será la tercera corrección: un triángulo en contracción. ¿Cuál es el objetivo apropiado para la posición recién abierta? Lo que hay que hacer es utilizar de nuevo la herramienta de retroceso Fibonacci, esta vez para medir la longitud de la segunda corrección de nuestro patrón de triple combinación. La idea es tomar un 38,2% de ella y aplicarla al final de la onda a de esta segunda corrección. El nivel resultante representa el área donde supuestamente terminará la onda a del triángulo en contracción, el último segmento de la triple combinación. Esa zona debería ser el objetivo para la operación abierta, y también donde una nueva operación, esta vez en sentido contrario, debería abrirse.

¿Cuál será el objetivo para esta última operación? En primer lugar, tenga en cuenta que esta operación llevará algo de tiempo, ya que al triángulo aún le faltan cuatro segmentos más. En segundo lugar, muy pocas veces se retrocede por completo una triple combinación, así que al determinar la salida de esta operación, no debería esperar un retroceso completo. El nivel típico para recoger los beneficios debería situarse entre el 50 y el 61,8% del retroceso desde el inicio hasta el final de la triple combinación. De este modo, habremos negociado a lo largo de todo el patrón utilizando este maravilloso efecto cascada.

El nombre de esta estrategia viene del hecho de que, al respetar estos ratios de Fibonacci, el mercado se mueve con los pasos ya marcados. Tenga en cuenta que, como se ha mencionado anteriormente, esta táctica de inversión puede utilizarse tanto en tendencias alcistas como bajistas.

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